Inventos de Kepler
Después de estudiar teología en la universidad de Tubinga, incluyendo astronomía con un seguidor de Copeníco, enseñó en el seminario protestante Graz. Kepler intentó comprender las leyes del movimiento planetario durante la mayor parte de su vida. En un principió Kepler consideró que el movimiento de los planetas debía cumplir las leyes pitagóricas de la armonía. Esta teoría es conocida como la música o la armonía de las esferas celestes. En su visión cosmológica no era casualidad que el número de planetas conocidos en su época fuera uno más que el número de poliedros perfectos. Siendo un firme partidario del modelo copernicano, intentó demostrar que las distancias de los planetas al Sol venían dadas por esferas en el interior de poliedros perfectos. en la esfera interior se encontraba Mercurio mientras que los otros cinco planetas estarían situados en el interior de los cinco sólidos platónicos correspondientes también a los cinco elementos clásicos.
En 1596 Kepler escribió un libro en el que ponía sus ídeas. El misterio cósmico. Siendo un hombre de gran vocacion religiosa, Kepler veía en su modelo cosmológico una celebración de la existencia, sabiduría y elegancia de Dios. Escribió: «yo deseaba ser teólogo; pero ahora me doy cuenta a través de mi
esfuerzo de que Dios puede ser celebrado también por la astronomía».
En 1600 acepta la propuesta de colaboración del astrónomo imperial Tycho Brahe, que a la sazón había montado el mejor centro de observación astronómica
de esa época. Tycho Brahe disponía de los que entonces eran los mejores
datos de observaciones planetarias pero la relación entre ambos fue
compleja y marcada por la desconfianza. No será hasta 1602, a la muerte
de Tycho, cuando Kepler consiga el acceso a todos los datos recopilados
por Tycho, mucho más precisos que los manejados por Copérnico. A la vista de los datos, especialmente los relativos al movimiento retrógrado de Marte se dio cuenta de que el movimiento de los planetas no podía ser
explicado por su modelo de poliedros perfectos y armonía de esferas.
Kepler, hombre profundamente religioso, incapaz de aceptar que Dios no
hubiera dispuesto que los planetas describieran figuras geométricas
simples, se dedicó con tesón ilimitado a probar con toda suerte de
combinaciones de círculos. Cuando se convenció de la imposibilidad de
lograrlo con círculos, usó óvalos. Al fracasar también con ellos, «sólo
me quedó una carreta de estiércol» y empleó elipses. Con ellas
desentrañó sus famosas Tres Leyes de Kepler que describen el movimiento de los planetas. Leyes que asombraron al mundo, le revelaron como el mejor astrónomo de
su época, aunque él no dejó de vivir como un cierto fracaso de su
primigenia intuición de simplicidad. Sin embargo, tres siglos después, su intuición se vio confirmada cuando Einstein mostró en su Teoría de la Relatividad Generalque en la geometría tetradimensional del espacio-tiempo los cuerpos
celestes siguen líneas rectas. Y es que aún había una figura más simple
que el círculo: la recta.
En 1627 publicó las Tabulae Rudolphine, a las que dedicó un
enorme esfuerzo, y que durante más de un siglo se usaron en todo el
mundo para calcular las posiciones de los planetas y las estrellas.
Utilizando las leyes del movimiento planetario fue capaz de predecir satisfactoriamente el transito de Venus en el año 1631 con lo que su teoría quedo confirmada.
Bibliografia: http://es.wikipedia.org/wiki/Johannes_Kepler#Obra_cient.C3.ADfica